Este síndrome provoca envejecimiento a un ritmo desenfrenado, por lo que las principales complicaciones que pueden sufrir estas personas que lo padecen son las relacionadas con la vejez.
Además, presentan problemas cardiovasculares que pueden llevar a enfermedades cardiovasculares como la arteriosclerosis, que supone el endurecimiento y el engrosamiento de estos vasos que llevan la sangre hacia las células.
Estas complicaciones de las arterias pueden provocar ataques cardíacos o insuficiencia cardíaca si afecta a los vasos que irrigan al corazón, y también pueden provocar accidentes cerebrales si afectan a los vasos del cerebro.
Con respecto a las complicaciones que afectan al envejecimiento, podemos encontrar la osteoporosis, artritis y artrosis.
A parte, puede aparecer la hipercolesterolemia.
La principal causa de muerte en estos pacientes son las placas de ateroma que se forman en sus vasos, que normalmente no tienen forma de arreglar con cirugía, por lo que este síndrome no tiene forma de reversión y los pacientes que lo sufren suelen morir a edades bastantes tempranas.
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