miércoles, 25 de diciembre de 2019

Tratamiento síndrome de Estocolmo

Como los síntomas de este síndrome se parecen mucho a los síntomas del trastorno de estrés postraumático, tales como: déficit de atención, inestabilidad emocional, pérdida de memoria, problemas para conciliar el sueño, constantes episodios de tristeza, revivir una y otra vez la situación que le provoco la aparición del trauma.
Por un lado debemos tomar medicamentos, también la terapia psicológica es recomendada para estos casos, y se debe considerar que las personas afectadas por este síndrome no suelen presentar los mismos síntomas, esto significa que el tratamiento necesita adaptare al caso específico del paciente.
Los medicamentos que se utilizan son para ayudar a regular la química del cerebro y para reducir el estrés de la persona, adicionalmente, si es necesario, se suelen indicar medicamentos que le ayuden a dormir.
Cuando los pacientes presentan ansiedad y depresión, suelen indicarles que consuman ansiolíticos y por supuesto, medicamentos que le ayuden a superar la depresión.
En el caso de la terapia psicológica, esta ayuda a reestructurar el cerebro, y le permite a la persona afrontar la situación por la que ha pasado, además, el especialista necesita hacer todo lo posible para que el paciente realmente comprenda dicha situación.
Es sumamente importante que tenga en cuenta que la recuperación es lenta, y no es nada sencillo, porque la persona suele mantener el afecto por su agresor aún después de haber sido liberada, esto provoca que mientras se encuentre bajo tratamiento, la persona comienza a sentir que extraña a su agresor, además, les cuesta mucho enfrentarse a la realidad, ya que, para ellos, su agresor no hizo nada malo, y justifica sus acciones.
Como la persona piensa que el agresor no hizo nada malo y puede llegar a justificar sus acciones, presentar cargos no es nada sencillo, porque el testimonio de la víctima es una parte importante a la hora de crear un caso en contra del agresor, y esta simplemente no siente la necesidad de denunciar al agresor, ni mucho menos declarar en su contra.
Es necesario que la víctima se recupere, y no solo eso, ayudarla a recuperar su autoestima, y los valores de independencia y libertad necesarios para que puedan diferenciar las buenas situaciones de las malas.


La verdad es que todavía faltan muchos aspectos de este síndrome por estudiar, pero, como muchos especialistas siguen sin querer reconocerlo de forma oficial, los estudios y las investigaciones siguen siendo pocas.
                         

Y antes de acabar con esta entrada sobre como tratar a una persona con el síndrome de Estocolmo, os quería desearos a todos unas felices fiestas y que paséis una gran Navidad acompañados de vuestros seres queridos, un abrazo.
                                            

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